El drenaje linfático es un masaje lento y repetitivo que sigue la dirección de los vasos linfáticos y que estimula la limpieza del organismo. Gracias a su acción antiedematosa y analgésica sobre las fibras musculares lisas, el drenaje linfático está especialmente indicado para atenuar el llamado efecto piel de naranja de la celulitis y para tratar edemas postquirúrgicos o cicatrices. En cuanto al efecto sobre las fibras musculares estriadas, este drenaje se propone a los pacientes por su efecto relajante, especialmente en el caso de músculos tensos o hipertónicos. En general, el drenaje linfático aumenta la respuesta del sistema inmunológico, mejorando así la respuesta del sistema de defensa en las zonas tratadas con este masaje.

¿Qué misión tiene el sistema linfático?

El sistema linfático es un elemento fundamental del ser humano, ya que funciona como complemento del sistema circulatorio y el inmunológico. Concretamente, la misión del sistema linfático es la de drenar el plasma sobrante tras los distintos procesos celulares, actuando también como filtro para eliminar residuos que podrían acabar perjudicando al organismo.

Los principales beneficios del drenaje linfático son:

  • Piernas hinchadas o cansadas
  • Retención de líquidos
  • Pérdida de volumen
  • Ayuda a mejorar el tejido conjuntivo y la celulitis

Otra de las aplicaciones más importantes del drenaje linfático se centra en los procesos postoperatorios de intervenciones de cirugía estética, ya que contribuye a acelerar la curación de los tejidos, evita que se produzcan edemas, reduce la inflamación y el dolor y aumenta la calidad de la cicatriz.

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